Teófilo, goleador importado
Había jugado 23 minutos ante Boca. Ayer fue titular y metió los dos goles de Racing en el clásico.
A DIOS. EL COLOMBIANO, CREYENTE FERVOROSO, AGRADECE EL PRIMER GOL AL CIELO.
OTRA VEZ. GUTIERREZ SALE GRITANDO FRENTE A LA TRIBUNA LOCAL. ACABA DE METER EL 2-1.
¿Dónde hay goles?, ¿Quién se mete al área? La búsqueda fue la misma para casi todos los equipos. Se cotizan en oro los goleadores y anoche, Racing encontró al suyo. Teófilo Guitérrez, con su doblete, facturó los tres puntos en el Nuevo Gasómetro.
“Esto es para Gio, para que lo ayude a recuperarse”, dijo Gutiérrez, todavía con la albiceleste 29 puesta y empapado en sudor. Le costó llegar al vestuario, de tanto abrazo y de tanto micrófono presuroso.
“El que agradece soy yo. A Racing, que me fue a buscar, a mi familia que me acompaña siempre y a Dios que siempre está presente”, dijo el colombiano. Sobre el partido explicó que “al principio ellos estuvieron mejor pero después nosotros los llevamos por delante y pudimos darlo vuelta. Yo creo que fuimos justos ganadores porque hicimos diferencia cuando jugamos mejor y pudo ser más amplia”.
El goleador comentó que “yo me siento cómodo jugando ahí arriba. Por suerte tenemos jugadores que llegan mucho y corren a todos, como Pablo (Lugüercio) y Gaby (Hauche) que siempre provocan a los defensores rivales.
No pasaba nada con el ataque de Racing, porque no pasaba nada con su juego. Sólo eran aproximaciones o centros de Pillud, desde la derecha. El primero que llegó a destino fue a la cabeza de Teófilo. Buen golpe pero sin fuerza para que se luciera Migliore, volando contra su palo derecho. La bajó sin problemas. El centro siguiente, más venenoso, fue a media altura. Lo pasó a Bottinelli y Gutiérrez se anticipó a Tula, quien había esperado la pelota. El delantero le entró de palomita y cabeceó como si hubiera metido un derechazo. La pelota entró abajo. Golazo.
El segundo llegó al principio de la segunda parte. También se inició sobre la derecha y también fue centro de Pillud, lanzado al ataque. La pelota hizo una comba hacia afuera, Bottinelli quedó lejos de la trayectoria y por el medio del área, casi pisando el área chica apareció Gutiérrez a la velocidad de un rayo. Estiró la pierna izquierda, puso la tensión correcta en el pie y así cambió la dirección en forma correcta. Fue un latigazo recto que no le dio ninguna posibilidad de reacción a Migliore.
A pesar de la alegría por este gran debut, el atacante le puso paños fríos al mismo. “Me faltó ritmo futbolístico y me va a seguir faltando hasta encontrarlo. Mientras lo voy encontrando, las cosas vienen saliendo”, dijo
Teo, quien hasta dijo una frase más que célebre en ámbito racinguista: “Hay que ir paso a paso”.
Se dudó de las posibilidades de Racing en este campeonato, tras las bajas en el inicio del torneo de figuras como Gio Moreno y Patricio Toranzo (vuelve la próxima semana). Sin embargo, las esperanzas del público volvieron a crecer gracias al colombiano de 25 años, nacido en Barranquilla, que viene de Trabzonspor de Turquía, en donde no era tenido en cuenta. El centrodelantero que ahora llegó a la Academia, demostró estar con ganas de jugar y hacer historia.